La carga consolidada, conocida en inglés como Less than Container Load (LCL), es un método de transporte de mercancías que le permite a quienes importan o exportan, compartir espacio en un mismo contenedor, lo que resulta en una solución más óptima y eficiente para el envío de pequeñas cantidades de mercancía.
Su proceso consiste básicamente en lo siguiente: el responsable de la logística recoge las mercancías de diferentes remitentes y las agrupa en un almacén, una vez que se consolida la carga, se coloca en un contenedor que será enviado al destino final, y a su llegada, la carga se desconsolida en otro almacén, y cada lote de mercancía se entrega a su respectivo destinatario.